El Tribunal Supremo ha fallado a favor de la última voluntad del constructor Juan Banús Masdeu, promotor de la urbanización Mirasierra y coartífice del Valle de los Caídos, y la ha impuesto sobre la de sus tres hijas, que han perdido así decenas de millones de euros por cuestionar su testamento ante el juez y demandar la parte de su hermano.

Banús, que murió en 1984, dejó en su testamento la llamada cláusula Socini, una figura jurídica que establece que la viuda tiene derecho al usufructo de los bienes pero que los herederos han de costear los gastos que se deriven de esto. La cláusula incluía una excepción y es que castigaba a quedarse solo con la legítima corta (sin tercios de mejora) si alguien denunciaba el testamento ante los juzgados.

Las tres hijas, Pilar, Elvira y Dolores, impugnaron el legado, que favorecía a su hermano varón y a su madre, y fueron llevando el caso hasta que ha llegado al Supremo, que ha dado la razón al difunto en todas sus partes. Pilar, Elvira y María Dolores Banús Ferré han perdido no solo los 33 millones de euros que solicitaban sino también una proporción de la herencia cuyo cálculo no ha concretado la sentencia, pero que dada la fortuna multimillonaria del importante constructor es considerable.