La población reclusa en España se ha disparado en los últimos cuatro años, al pasar de 39.169 a 51.399 presos, el 31,59% más. La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, explicó ayer en la Comisión de Interior del Congreso que esta situación es "casi una catástrofe" para un sistema "con carencias".

La máxima responsable de las cárceles españolas informó sobre las líneas generales de la política penitenciaria y criticó la actuación del Gobierno del PP, que ha dejado, dijo, "carencias de todo tipo". Para Gallizo es "una barbaridad" el aumento de reclusos entre el 2000 y el 2004. De los 51.399 presos actuales, 13.912 son extranjeros (27,1%).

Gallizo reiteró el compromiso del PSOE de que haya una celda para cada recluso --en la actualidad hay 38.837-- y dijo que mantendrá el plan de creación de centros elaborado por el anterior Ejecutivo, aunque estudia la construcción de al menos tres cárceles en Navarra, Canarias y Ceuta.