El diario francés 'Libération' eligió el Día Internacional de la Mujer para publicar en sus páginas la carta de un presunto violador. 'Yo te violé, Alma. La carta de un agresor a su víctima', tituló el periódico en su portada. Las críticas a esta considerada por muchos desacertada decisión editorial no se hicieron esperar.

“He violado. Violas. Violamos”, así comienza la carta de Samuel, un joven de 20 años, estudiante de la prestigiosa escuela de estudios políticos Sciences Po Burdeos. El presunto agresor reconoce haber violado a su expareja, Alma. El testimonio de esta joven relatando dicha agresión contribuyó a abrir el debate sobre las violencias sexuales en el seno de las escuelas de la élite política francesa.

A lo largo de la carta, Samuel explica su historia personal, “los factores personales, culturales y sociales que participaron en la comisión de su acto”. “La violencia es un hecho. Tiene una fuente. La mía se explica en parte por mi historia, pero también por mi educación y la sociedad en la que he crecido”, escribe.

Antes de la publicación de la polémica epístola, la víctima, Alma, hospitalizada por depresión en un centro psiquiátrico, habría recibido otra carta de su agresor. Según explica el diario 'Libération', la joven habría dado su visto bueno a la difusión del texto cuya lectura habría “sido un alivio” para ella.

“Explicar no es excusar”

Frente a la ola de críticas, el periódico justifica su decisión editorial: “[la publicación de la carta] aporta un punto de vista inédito sobre la violación y añade complejidad al necesario debate, en particular para mejorar la prevención […] decidimos publicar este documento después de habernos asegurado del consentimiento de la víctima y de haber informado al autor de los riesgos jurídicos que corre”.

Este razonamiento no ha conseguido calmar los ánimos entre las asociaciones de víctimas y las organizaciones feministas. “¡Dar la palabra a un violador para que explique la violación en toda su ‘complejidad’, qué vergüenza!”, lanzó en Twitter la asociación Osez le féminisme [Osad el feminismo]. “Poner en portada y destacar el 8 de marzo la carta de un hombre que violó a una víctima, actualmente hospitalizada, es un acto de violencia para cientos de miles de mujeres víctimas”, reaccionó el colectivo Nous Toutes [Todas Nosotras] creado en 2018 para denunciar las violencias sexistas y sexuales.

“Explicar no es excusar”, insiste 'Libération'. “No se justifica, no se autoflagela, no se desdice, se explica […] Decir que da el punto de vista del violador es sólo parcialmente cierto. Su reflexión pretende desafiarnos, sacarnos de la zona de confort de considerar que el violador, el monstruo, es el otro”, continúa el diario.

“Salir de nuestra zona de confort”

Este argumento tampoco consigue convencer a los más críticos. “De hecho, TODO es indecencia, desprecio y violencia en estos artículos […] TODO. Es la angustia absoluta. (¡¿Nuestra zona de confort?! ¿En serio? Escriben un artículo sobre la violación y hablan de zona de confort)”, reaccionó la activista feminista Caroline De Haas, autora de un manual de acción para luchar contra las violencias sexuales.

La expresión “salir de nuestra zona de confort”, empleada por 'Libération', arroja en realidad más leña al fuego. “Aparte de los hombres que no han sido víctimas de violencia sexual, ¿a quién más va a sacar esta tribuna de su zona de confort?”, se interroga la activista feminista Valérie Rey-Robert, autora del libro 'Une culture du viol à la française' [Una cultura de la violación a la francesa] en France Info. “[El diario] ha cometido un gran error. Imagino que es una redacción de hombres la que se ha sentado a la mesa para hablar de este tema, considerando que en algunos debates hay que tener en cuenta todos los puntos de vista. Pero, de hecho, no, claramente no”, zanja.