La policía interrogó ayer a varios indigentes por los asesinatos de dos de sus compañeros, cuyos cuerpos aparecieron el domingo en una chabola de Montjuïc, la montaña olímpica barcelonesa. Un ajuste de cuentas es, por el momento, la principal hipótesis de la investigación.

El grupo de homicidios no descarta todavía ninguna posibilidad, incluida la acción de un grupo nazi. Tampoco se descarta que pueda ser obra de gamberros que frecuentan unos jardines de la zona.

Pero las pesquisas se centran en varios indigentes que por suelen dormir en chabolas de esa zona de la falda de Montjuïc y que de día frecuentan los comedores públicos. Varios inspectores se personaron ayer en uno de ellos en busca de información sobre los fallecidos, de entre 40 y 50 años, y sus posibles verdugos.

VICTIMAS EXTRANJERAS Por el momento, los cuerpos de las víctimas no han sido identificados. Sin embargo, por los libros y los periódicos aparecidos en la cabaña donde residían todo apunta a que se trata de dos indigentes extranjeros, probablemente rusos, según fuentes próximas a la investigación.

La autopsia efectuada ayer, desde las 11 horas hasta avanzada la tarde, desveló que uno de los hombres falleció a causa de los golpes que le propinaron con una piedra de gran tamaño, que le desfiguró el rostro. El cuerpo de la otra víctima presentaba un profundo corte en el cuello efectuado con un cuchillo.

LLAMADA DE ALERTA Los mendigos llevaban, al parecer, más de dos días muertos. La policía recibió el domingo una llamada, al parecer efectuada por un hombre extranjero, que alertó de la existencia de los dos cadáveres en una de las chabolas de la ladera sur de Montjuïc. La policía investiga ahora el origen de esa llamada, que podría aportar datos importantes para la investigación.

El domingo, una vez que el juez autorizó a levantar los cadáveres, la policía solicitó la ayuda de los bomberos para retirar los cuerpos, dado lo abrupto del terreno, situado sobre el puerto de Barcelona.

Uno de los diez bomberos que participó en el rescate explicó que los fallecidos habían sido golpeados y que habían fallecido varios días atrás. "Los cadáveres presentan signos de violencia y llevan por lo menos dos días muertos o quizá algunos más, ya que con este calor se hace difícil determinar la rapidez con la que se descompone un cuerpo", subrayó el bombero tras la recuperación de los cadáveres de los dos mendigos de la montaña de Montjuïc.