LLos Mossos d’Esquadra han recibido el encargo de escudriñar el contenido de los dispositivos electrónicos que requisaron durante la inspección que practicaron en el domicilio de los padres de Nadia, que están siendo investigados por un presunto fraude en las donaciones para la enfermedad rara de su hija. Entre los dispositivos incautados hay un ordenador, tres tabletas electrónicas, tres discos duros, 13 pendrives, siete tarjetas de memoria y diversos teléfonos móviles.

El juez de la Seo de Urgel ha ordenado a los investigadores revisar a fondo estos aparatos después de que los agentes encontraran en su interior fotografías pornográficas que había realizado Fernando Blanco a su hija Nadia, de 11 años. Los expertos de la policía tratarán de recuperar los archivos que siguen almacenados en los dispositivos y también los que lo estuvieron en su día y han sido borrados. Los forenses informáticos rastrearán otro detalle que podría ser fundamental, como es si algunas de las fotografías fueron enviadas a través de internet.

El juez especifica en su auto que el hallazgo de fotografías es una «evidencia» de «explotación sexual» de la menor por parte del padre. Para que exista este delito, el padre de algún modo aspiraba a lograr -o logró- algún tipo de beneficio con la captación de las imágenes. Por ello averiguar si envió alguna de estas fotos resultará de gran importancia.

Según el auto al cual ha tenido acceso EL PERIÓDICO, el juez distingue dos grupos de archivos entre los encontrados. En uno aparecen imágenes de los padres manteniendo relaciones sexuales en la cama. En el margen inferior de algunas de ellas se pueden apreciar «unos pequeños pies, los cuales por edad y tamaño se podrían corresponder con los de su hija menor de edad, Nadia Nerea».

Estos hechos pueden ser constitutivos de un delito de exhibicionismo o provocación sexual. «La menor, a pesar de la enfermedad padecida, necesariamente debía entender la significación de los actos que sus progenitores realizaban no solo en su presencia, sino en la misma cama en la que ella se hallaba», concreta.

IMÁGENES NO «INOCENTES»

En el segundo grupo de fotos, en el que la menor aparece desnuda, tampoco «son explicables desde ningún punto de vista», ni pueden considerarse «inocentes». Son, según el juez, de «evidente contenido sexual». La menor aparece con «la mano en sus genitales, explícitos cruces de piernas» o «exhibición» de sus partes íntimas. Estos otros hechos podrían ser constitutivos de un delito agravado porque la menor aún no tiene 16 años y el autor sería el padre.

Por su parte, los padres se encuentran «escandalizados, ofendidos y molestos» por las informaciones difundidas y niegan cualquier contenido sexual, según su abogado. Las fotos de la niña desnuda las justifican por «el seguimiento físico de la evolución de la enfermedad».