Ocurrió este lunes en un hotel de Arona (Tenerife). Una turista inglesa nada en la piscina tranquilamente mientras el resto de clientes del hotel la miran atónitos desde la terraza o sus balcones. Dos empleados del complejo, que había prohibido el baño para respetar las medidas de seguridad impuestas por el coronavirus, le piden varias veces que salga del agua, pero ella se niega y bromea.

Finalmente, un agente de la Policía Nacional se quita la ropa, lo que produce los vítores del resto de huéspedes que observan y graban la situación, y se lanza a la piscina para detenerla.

Según se aprecia en el vídeo, al que ha tenido acceso 'El Periódico de Catalunya' y cuya autenticidad ha sido confirmada por fuentes policiales, una vez dentro, la turista trata de zafarse del agente nadando en dirección contraria, pero finalmente es alcanzada por este y, con ayuda de otro compañero, consiguen sacarla del agua y ponerle las esposas.

La mujer fue detenida, entre los aplausos del resto de turistas extranjeros del hotel. Se enfrenta a una sanción de entre 601 y 30.000 euros por desobedecer las órdenes de la Policía y resistirse a la autoridad, una infracción considerada grave, de acuerdo con la ley vigente tras el Estado de Alarma.