Los agentes de movilidad que se vieron implicados en el incidente de tráfico de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, se han ratificado ante el juez en la denuncia que pusieron ese día y han asegurado que le dieron el alto en la Gran Vía cuando se dispuso a marcharse.

El titular del Juzgado de Instrucción número 14, Carlos Valle, ha llamado a declarar este lunes como testigos a seis agentes de movilidad y a dos policías municipales en relación con el incidente, ocurrido el pasado 3 de abril. Sin embargo uno de los agentes de movilidad no ha comparecido porque se encuentra de baja médica, según han informado fuentes jurídicas.

Al término de las declaraciones, la abogada de uno de los agentes de movilidad ha explicado que estos se han ratificado en los hechos que constan en la denuncia interpuesta el día del incidente, en la que se relataba que Aguirre no entregó toda la documentación que le requirieron, se fue del lugar sin permiso y condujo hasta su domicilio.

La letrada ha especificado que tanto los agentes de movilidad como los policías municipales han asegurado que le dieron el alto a Aguirre en la Gran Vía, sin que lo atendiera.

Declaración contradictoria

Hace justamente una semana, la presidenta del PP de Madrid y expresidenta de la Comunidad de Madrid declaró como imputada ante el mismo juez por el incidente de tráfico y se mostró contenta por explicar "por fin" lo que ocurrió "ese día fatídico". En su declaración judicial, a la que ha tenido acceso Efe, explicó que aparcó en una zona indebida pero "muy poco tiempo" y al ser requerida por los agentes de movilidad les entregó su carné y otros documentos que le solicitaron, tras lo que se marchó porque no quería copia de la denuncia, puesto que no iba a recurrirla.

Aguirre negó que fuera perseguida desde la Gran Vía hasta su domicilio, o que al menos ella fuera consciente de esa persecución, y que subiera a su casa huyendo, incidiendo en que ni se fugó ni lesionó a ningún agente.

Los agentes, según su relato, le tomaron los datos "con muchísima parsimonia", por lo que ella les propuso ir a otro lugar en el que no interrumpieran la circulación, mientras empezó a llegar "muchísima gente". "La gente empezaba a arremolinarse" y por eso temió que le pudiera pasar "algo", destacó Aguirre ante el juez, al que relató que uno de los agentes de movilidad le dijo en un momento dado: "Si no te gusta el procedimiento, se lo dices a tu amiguita Botella".

Cuando el juez concluya estas diligencias deberá decidir si el procedimiento sigue su curso como delito o la falta.