Tierra, techo, trabajo. Con ese título y un largo discurso, el papa Francisco saludó esta semana en el Vaticano a los representantes de los movimientos populares que en el 2001, en el Foro Social de Porto Alegre (Brasil), se erigieron en antagonistas del Foro Económico Mundial. ñResulta extraño, pero si hablo de estas cosas para algunos resulta que el Papa es un comunistaO, les dijo, cuando ñel amor por los pobres se encuentra en el centro del EvangelioO y ñreclamar esto (tierra, techo, trabajo digno) es la doctrina social de la IglesiaO. Por lo que les animó: ñSigan con su lucha, nos hacen bien a todosO.

Hablando en castellano y sobre la tierra, Francisco aseguró que ñel acaparamiento, la deforestación, la apropiación del agua y los agrotóxicos inadecuados son algunos de los males que arrancan al hombre de su tierra natalO. Respecto al uso de la palabra excluidos para referirse a personas que están sufriendo latos bíblicos sobre la creación eran ñmetáforas, figuras y alegoríasO. Pero todavía en 1962 el clérigo y científico Pierre Teilhard de Chardin fue condenado por haber escrito que ñla evolución es un hechoO. El Concilio Vaticano II remachó que la creación bíblica era fruto ñde los géneros literarios propios de la épocaO y Juan Pablo II añadió que ñla evolución no es una mera hipótesisO pero ñpresupone la creaciónO.

Benedicto XVI pidió en el 2009 a los jesuitas que organizasen una conferencia internacional sobre la cuestión, en la que participaron los máximos expertos católicos y agnósticos. La conclusión fue que un universo creado por Dios y un universo surgido a través de la evolución no eran contradictorios.