El IPCC alude a un riesgo "alto o muy alto" si se produce un aumento medio de la temperatura de cuatro grados con respecto a los valores preindustriales y cita como posibilidades casi seguras la extinción de diversas especies animales y problemas significativos para la seguridad alimentaria. Si el aumento es de dos grados, la mitad, entonces los riesgos son "considerables".

El problema, como destacó el anterior informe del IPCC, es que la temperatura media mundial ya ha aumentado 0,9 grados desde 1900 --en el caso de España se acerca a 1,5 grados-- y que, debido a la llamada inercia del clima, es prácticamente seguro que seguirá aumentando incluso en el hipotético caso de que mañana cesaran por completo las emisiones de gases de efecto invernadero. El margen de maniobra es reducido.

Así pues, tan importante como la mitigación del problema es la capacidad de adaptación. En el caso de España, que apenas aparece en el informe (normalmente se habla de región mediterránea), el IPCC destaca la necesidad de adoptar medidas para prevenir los efectos de las sequías y de los incendios forestales. Que va a haber más y muy intensos lo da casi por seguro.