Las calles de España y de muchos otros países vivieron el 8 de marzo de 2018 la primera gran movilización feminista masiva. La huelga y las manifestaciones vespertinas se celebraron en un ambiente festivo y reivindicativo con la excepción de Valencia, donde la Policía Nacional retuvo a varias decenas de mujeres en una calle y realizó varias identificaciones que se tradujeron en doce multas amparadas en la llamada 'Ley Mordaza'. La negativa de la Assemblea Feminista a pagar sanciones que consideran injustas y aleatorias ha desembocado este martes en el primer juicio.

A esa docena de multas se unieron, también en la capital valenciana, otras nueve en la celebración de 2019, otra jornada sin incidentes reseñables ni en la ciudad ni en ningún otro punto de España. Según el colectivo feminista, el importe global de esas 21 multas supera los once mil euros.

"Fueron manifestaciones pacíficas, multitudinarias. Defendimos nuestros derechos en la forma que sabemos, ocupando las calles de forma legal, con manifestaciones y huelgas", ha explicado Paula, integrante de la asamblea.

Representantes de este colectivo se han reunido en varias ocasiones con la Delegación del Gobierno, que en su día se comprometió a revisar las sanciones administrativas aunque avisó que no podría hacer nada con las que ya estaban judicializadas. De momento, aunque ninguna se ha abonado, tres de ellas han llegado a los juzgados.

Este mañana cerca de medio centenar de personas se han concentrado a las puertas de la Ciudad de la Justicia para mostrar su apoyo a la activista juzgada con pancartas con lemas como ‘Feminismo sin mordaza’ y cánticos como ‘Si tocan a una, nos tocan a todas’ o ‘Cuidado, os avisamos, somos muchas más que cuando empezamos’.

El juicio

La acusada en este primer juicio lo está por falta de respeto a la autoridad por, según la versión de la Policía, haber dicho a los agentes 'No me toques pedazo de mierdas que sois unos perros', algo que su abogada, Maria Josep Martínez ha negado. "No son ciertos, nunca dijo eso", ha apuntado.

Pero, además, ha señalado que esa frase "en el contexto de una huelga, con la Policía persiguiendo a un piquete informativo e identificando de manera sistemática a la gente no se puede considerar ni que afecten a la intervención policial ni el honor individual de los policías, en cualquier caso sería una crítica al cuerpo, no personal y Europa está diciendo que tanto los agentes como las autoridades deben ser más permeables a críticas y a expresiones que puedan resultar molestas u ofensivas, pues quedarían amparadas en la libertad de expresión".

La letrada ha explicado que además de negar los hechos, han subrayado las contradicciones de los agentes, han cuestionado su objetividad por ser supuestamente los ofensidos, han denunciado defectos de forma en el procedimiento y han remarcado que hay "una hostilidad contra el movimiento feminista".

Identificaciones

Al poco de llegar las primeras activistas, la Policía ha identificado a tres de las presentes de manera aparentemente aleatoria por ser más de veinte personas y no haber comunicado la concentración a la Delegación de Gobierno, tal y como aseguran que era preceptivo.

Un agente de la Policía Nacional identifica a tres mujeres que acudieron a apoyar a su compañera / MIGUEL LORENZO

"Pensamos que tenemos mucha fuerza como colectivo, eso se ve. No sé si nos tienen miedo. Nos manifestamos siempre de forma pacífica. Nos continúan identificando y multando así que alguna cosa estaremos cambiando si tanta represión necesitan. Estamos dándole voz a muchas mujeres que no pueden salir a la calle o que ya no están y no vamos a dejar de hacerlo", ha asegurado la integrante de la asamblea.