Tras dos días evaporados por Jordania, Felipe y Letizia aparecieron ayer por la tarde en la antigua ciudad de Petra. Allí, además de los espectaculares templos nabateos, les aguardaban desde el sábado decenas de periodistas y paparazzi españoles, ansiosos por hacer una de las fotos más exóticas de la luna de miel de la pareja.

Con el fresco de la tarde, los recién casados llegaron a este valle del desierto jordano siguiendo el libro de estilo que habían acuñado la semana pasada durante su particular vuelta a España: ella, con zapato plano, y él, buscando el mejor ángulo de su esposa y el paisaje con la cámara que paseó colgada del cuello.

Durante una hora y media, Felipe --con bambas y pantalón a lo coronel Tapioca-- y Letizia recorrieron a pie la joya de la corona de la arqueología jordana, la cual aportó uno de los escenarios más apabullantes de la película Indiana Jones y la última cruzada . Acompañados por un guía, los Príncipes visitaron los templos y admiraron las fachadas labradas en piedra de una ciudad cuya época de esplendor se remonta a los siglos I y II después de Cristo, cuando se convirtió en un paso clave del comercio de especias con la península Arábiga. Lo que no ponía en la guía que Letizia llevaba en la mano, los Príncipes se lo preguntaban a su cicerone, al que sometieron a un verdadero tercer grado.

No había rastro fotográfico de la pareja después de que el jueves pasado asistieron en Ammán a la celebración de la boda del heredero de Jordania, Hamza, y su prima Noor. Al día siguiente, la comitiva nupcial se trasladó a la ciudad de Aqaba, donde se celebró una cena de gala en un balneario situado a orillas del Mar Rojo. Las cámaras no pudieron retratar ni sus galas ni el recital de salsa y merengue que impartió Felipe durante el baile. Una amiga de la princesa Noor que estudió con ella en Madrid dio un efusivo parte de las dotes danzarinas del Príncipe. "¡Qué barbaridad! ¡Cómo bailaba salsa! ¡Qué ritmo!", exclamó Irene Karanisou. Letizia, por lo visto, fue incapaz de seguirle el ritmo. "Seguramente estaba más cansada y salió menos a bailar", comentó la invitada.

PROXIMA PARADA ¿Cuál será la próxima parada del tour de Felipe y Letizia? Las últimas quinielas apuntan a México, donde los primeros días de junio les esperan en un balneario llamado Los Cabos situado al noreste del país y donde la pareja podría tomar aliento tras su voraginoso viaje de novios. Las especulaciones de la prensa del corazón apuntan a que los recién casados deberán regresar a Madrid antes del 24 de junio, cuando el rey Juan Carlos I festeje su onomástica. La más reciente visita de una figura de la monarquía europea a la localidad mexicana de Los Cabos fue en febrero de 1983, cuando la reina Isabel de Inglaterra arribó a las playas de La Paz.