El agente de los Mossos d´Esquadra acusado de matar a cuchilladas a su mujer y a su suegra, Josep Lluís Rúa A., de 33 años, ingresó ayer en la cárcel tras declarar en el Juzgado de Instrucción número 3 de Granollers (Barcelona). La juez Ana Rodríguez decretó la prisión incondicional del detenido a pesar de que éste reiteró que es inocente del doble crimen que la semana pasada conmocionó Lli§ de Vall (Barcelona).

Durante su declaración, Rúa negó que su matrimonio con Sílvia C. A., de 31 años, estuviera en crisis y aseguró que desconocía que su mujer hubiera contactado con algún abogado para interesarse por los trámites de separación. El agente, que fue detenido el pasado viernes, 10 horas después del funeral de las dos víctimas, al que asistió compungido, sostuvo ante la juez que en el momento del crimen él estaba trabajando en la casa que la pareja se estaba construyendo en una urbanización de Lli§ de Vall. Pero los investigadores han aportado el testimonio de varios vecinos de la vivienda en obras que aseguraron no haber visto a nadie allí la mañana del crimen.

ROSTRO CUBIERTO El acusado llegó a los juzgados de Granollers a las 11.45 horas escoltado por varios mossos. Al bajar del vehículo policial, un agente cubrió el rostro del detenido con una chaqueta. Josep Lluís Rúa, que realizaba tareas de contravigilancia de un consejero como escolta, mantuvo una entrevista con su abogado antes de responder a las preguntas de la juez. Alrededor de las seis de la tarde, el acusado abandonó el juzgado con destino a la cárcel Modelo de Barcelona.

Su abogado, Angel Lázaro Riol, sostuvo que la medida "no está justificada" y anunció que recurrirá contra el ingreso en prisión. El letrado se quejó de que no hay suficientes pruebas. Los investigadores y la juez esperan recibir, la semana próxima, los resultados de las pruebas de ADN. Los agentes hallaron restos de sangre en un cuchillo de cocina, lavado y guardado en un cajón, que podría ser el arma homicida, así como también en unas joyas que fueron revueltas pero no robadas.