El joven A. González, de 18 años, ingresó anoche en la cárcel de Ponent, en Lérida, por su presunta implicación en la muerte de Manuela Pulido, de 19 años, que desapareció el 4 de junio en Ponts (Lérida) y cuyo cadáver fue hallado cerca del pantano de Rialb. El detenido es un compañero de clase de la fallecida.

La víctima fue encontrada el pasado miércoles por unos excursionistas franceses en una zona boscosa de difícil acceso. Su cuerpo permanecía medio enterrado, en avanzado estado de descomposición, y su cráneo estaba totalmente destrozado. Aunque el mal estado del cadáver desató inicialmente las dudas y se estaba a la espera de conocer los resultados de la autopsia, la familia de Manuela Pulido la reconoció ayer por un piercing que llevaba en el ombligo, las ropas que vestía y otros objetos personales.

SUPUESTO NOVIO La fallecida trabajaba en un bar y acostumbraba a salir los fines de semana con sus amigos. Sus padres y su hermana alimentaban la esperanza de que estuviera con algún compañero. Los vecinos de Ponts aseguraron que mantenía una relación sentimental con un hombre de la localidad de 35 años, que hasta el jueves era, supuestamente, la última persona que la vio con vida.

Los Mossos d´Esquadra, que se han encargado de la investigación, interrogaron en varias ocasiones a ese supuesto novio de la víctima. La última vez, el mismo día en que se encontró el cadáver. El hombre sostiene que la noche del 4 de junio dejó a Manuela Pulido, Manoli, como él la llamaba, en el portal de su casa, y luego se marchó. Sin embargo, algunas fuentes aseguraron que la joven asesinada fue vista después en compañía del ahora detenido.

Los vecinos de la población de Ponts explicaron que el arrestado podría haberse desmoronado el jueves ante los Mossos, una vez que conoció el hallazgo del cuerpo de la joven. Según las fuentes consultadas, poco después de que los excursionistas franceses hallaran el cuerpo de Manuela, la policía autonómica registró la vivienda del detenido, así como algunos coches de amigos y conocidos de la joven, entre ellos el del A. González, en busca de rastros de sangre u otras pruebas.

MALAS COMPAÑIAS Elisabeth Pulido, hermana de Manuela, dijo ayer que su familia muchas veces se había temido lo peor, porque "las compañías con las que iba no eran buenas para ella. Era sólo una niña de 19 años". Sobre A. González, recalcó que era un compañero de clase de la víctima. También se refirió al hombre de 35 años que supuestamente era amigo íntimo de la fallecida. "A mí nadie me quitará de la cabeza que algo ha tenido que ver", afirmó.

El alcalde de Ponts, Estanis Felip, aseguró que la muerte de la joven ha conmocionado al pueblo.