Una pancarta con la frase «el dolor de las víctimas no prescribe, la culpa del abusador tampoco» acompañó ayer la llegada a los juzgados de Sevilla del psiquiatra Javier Criado, que ante el juez negó los abusos sexuales de los que le acusan una veintena de mujeres. El tiempo transcurrido impidió que las denuncias prosperen, y solo sigue adelante una por un delito contra la integridad moral de una paciente. Una condena leve a la que se aferran todas las afectadas para dejar de sentirse culpables de lo sucedido y demostrar a todos que tenían razón.

Según explicó la letrada de la Asociación Veritas, que agrupa a todas las víctimas, la mujer ratificó la denuncia por trato denigrante en las consultas a las que acudió. Sin embargo Criado negó todos los hechos y los atribuyó incluso «al ánimo de venganza de todas las mujeres contra él», según indicó la letrada, sugiriendo incluso «una conspiración» en su contra. En este sentido, el psiquiatra se refirió a que las supuestas víctimas le pidieron determinados informes que él no quiso darles, y aseguró que una de las denunciantes no tenía dolencia alguna «y hacía teatro», aunque no supo responder a cómo pudieron ponerse de acuerdo tantas mujeres.