La semana que viene se abrirá una puerta más para que España pase a ser uno de los pocos países en el mundo que han regulado la eutanasia. El pleno del Congreso aprobará tramitar una iniciativa del PSOE destinada a reglamentar los actos deliberados de poner fin a la vida, en caso de enfermedad o discapacidad grave que produzca un «sufrimiento insoportable» y sin cura. El pasado mayo, la Cámara baja ya dio el paso de admitir a trámite la despenalización de esta práctica y ahora se trataría de establecer cómo se podría llevar a cabo.

El portavoz de Sanidad del PSOE, Jesús María Fernández, no tiene «ninguna duda» de que la propuesta de ley recibirá el visto bueno del Congreso, y la mayoría de los grupos ratifican que podría salir adelante con el apoyo, al menos, de Podemos, el PDECat, ERC y el PNV. «No hablamos de caprichos, ni de asesinatos, sino de personas que no tienen solución. Hay que regular esto», opina Joseba Agirretxea, del PNV.

El texto que debatirá el pleno del Congreso de los Diputados propone que se incluya la eutanasia como una prestación más de la cartera de servicios comunes del sistema nacional de salud para aquellos pacientes con una enfermedad o discapacidad «grave», un sufrimiento «intolerable, insoportable e irreversible», que no pueda ser «aliviado» y que les produzca una dependencia de otras personas, sin que sea necesario dolencia terminal.

Sería el propio afectado, de nacionalidad española o con residencia legal, el que pediría poner fin a su vida, de manera voluntaria, por escrito, en presencia de un médico que rubricaría la solicitud. Tras lo cual se abriría un proceso de 17 días en el que otro médico analizaría la petición. Finalmente, las comisiones de seguimiento de las comunidades autónomas, que tienen transferida la competencia en Sanidad, tendrían la última palabra. El proceso no debería demorarse más de 32 días y los médicos tendrían derecho a la objeción de conciencia. Las condiciones, no obstante, pueden variar durante la tramitación parlamentaria, que se prevé compleja dado que el PP ya ha anunciado su rechazo a legalizar la eutanasia y podría hacer tándem con Ciudadanos -gracias a que disponen de mayoría en la Mesa de la Cámara baja- para dilatar excesivamente los plazos de tramitación.