Durante décadas, la publicidad ha mostrado que las mujeres son buenas amas de casa, que compiten por tener la ropa más limpia y tienen un cuerpo y un pelo de anuncio, perfecto, sin celulitis, arrugas o canas. Un cliché que ha contribuido a perpetuar la sociedad patriarcal pero que, en los tiempos del despertar feminista, del 8-M y del #MeToo, se está demostrando desfasado y poco admisible para buena parte de la sociedad.

Teniendo en cuenta este sentir, parte de la industria de la publicidad ha iniciado un camino que persigue erradicar los estereotipos, de forma que de los espots y carteles publicitarios desaparezcan definitivamente esas mujeres engañosamente perfectas, obsesionadas con la limpieza o hipersexualizadas como reclamo a la venta de un producto, y se muestren por el contrario personajes femeninos de todo tipo, pegados a la realidad y que no reproduzcan comportamientos heredados del machismo.

EL INICIO

El germen del proyecto es una carta que Uschi Henkes, la primera presidenta del Club de Creativos (una asociación con 20 años que reúne a más de 600 profesionales de la publicidad), envió al sector en el 2017 con el fin de que se iniciara una reflexión. La respuesta fue masiva, no solo entre los socios de la agrupación, sino entre miembros de toda la industria, que mostraron con sus comentarios en las redes sociales y otros soportes que están a favor de la campaña denominada #Over (terminar en inglés), en referencia a la necesidad de poner punto y final a la publicidad sexista, según explica Henkes.

Tras el interés despertado, el Club de Creativos se planteó cómo continuar con el camino iniciado y la conclusión fue que, como asociación, no está legitimada para decir a la industria qué tiene o no qué hacer, pero sí puede analizar el problema y testar la sensibilidad para emitir recomendaciones. Para ello, de julio a diciembre del 2018 organizó nueve sesiones de trabajo en las que participaron 62 profesionales y en las que se buscó los porqués de la publicidad estereotipada a base de formular y reformular preguntas a los asistentes, entre ellos 18 anunciantes y 21 creativos. Las sesiones se estructuraron en función de los segmentos del mercado y se eligieron aquellas que han recibido más quejas por sexismo, como limpieza, automóviles o belleza, entre otros.

Aunque con algunas diferencias, en todas las discusiones profesionales de diversos ámbitos se mostraron extrañados de que, hasta ahora, no se haya abierto este debate. Y la conclusión, en términos generales, es que la industria ha sufrido una especie de inconsciencia colectiva y que ha sido la comodidad, la inercia, la ambición o el miedo algunas de las razones que explican que, durante años, se haya mantenido los estereotipos sexistas. Como los vicios del sector son similares a los siete pecados capitales, sus reflexiones se han vertido en un ensayo en el que se explica el proyecto y se recogen los comentarios y dudas de los participantes estructurados en esos conocidos pecados. Pero la iniciativa no se ha quedado ahí y para dar ejemplos a los creativos y a las marcas de cómo acabar con la mujer anuncio se ha editado el libro Hola, tú a mí no me conoces, que supone un compendio, una especie de diccionario visual, de las féminas desde un punto de vista artístico. Cerca de 250 autores como Javier Mariscal, Coco Dávez o Carlos Spottorno han cedido sus obras, que retratan a las mujeres desde múltiples ópticas y rompen con los clichés publicitarios. Todas ellas se han editado agrupadas en torno a las nueve representaciones más frecuentes en la mujer: niña, guapa, sexy, profesional, amiga, esposa, madre, ama de casa y abuela. El libro Se difundirá en universidades y bibliotecas.