El huracán María azotó el viernes las Islas Turcas y Caicos después de destruir casas, causar inundaciones y paralizar la economía en Puerto Rico y otras islas caribeñas, donde ha provocado al menos 25 muertos. La crisis que vive la isla se agravó ayer con la fisura de una presa, a consecuencia del huracán, que obligó al Gobierno a ordenar la evacuación de 70.000 personas.

Según el Servicio Nacional de Meteorología, un fallo en una represa ubicada en el noroeste de Puerto Rico podría provocar «inundaciones súbitas» en la zona. De hecho, el organismo ya anunció el viernes que los municipios de Isabela y Quebradillas ya padecían inundaciones por un rotura en la presa de Guajataca.

María, el segundo gran huracán que ha golpeado el Caribe este mes y el más potente en tocar tierra en Puerto Rico en cerca de 90 años, dejó este estado asociado a Estados Unidos sin suministro eléctrico para las próximas semanas o meses, y con niveles récord de inundaciones por el desbordamiento de varios ríos.

El estado espera ahora que la llegada de la ayuda exterior de Estados Unidos contribuya a mejorar la situación en la isla, tres días después de que el huracán María, de categoría 5, devastara completamente, de sur a norte, su territorio.

El Gobierno que lidera Ricardo Rosselló, que aún trabaja para organizarse, se esfuerza por echar a andar el país, que no se espera que recobre completamente el servicio eléctrico y de agua hasta dentro de meses.

TEMOR AL DESABASTECIMIENTO / El temor al posible desabastecimiento, principalmente de alimentos, fue disipado después de que el vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos, Manuel Reyes, señalara que en Puerto Rico hay suministros suficientes para atender a la población hasta que llegue la ayuda exterior.

A pesar de las palabras de Reyes, alcaldes mostraron su preocupación ante la posible falta de víveres, dado que el número de personas que permanecen en refugios se eleva a cerca de 15.000.

El combustible es uno de los bienes más preciados en estos momentos y hay sensación de que empieza a escasear, lo que provocó aglomeraciones de vehículos en las pocas gasolineras que han comenzado a operar.

Ayer se pudieron comprobar cómo en las gasolineras de las principales vías de San Juan se formaron largas filas de vehículos para repostar, lo que provocó que las agencias de seguridad tomaran las estaciones con agentes que portaban armas para evitar desórdenes. Rosselló anunció ayer que el toque de queda, de 7 de la mañana a 5 de la tarde, se prolongará de forma indefinida, una medida tomada para garantizar el orden.

En cuanto a la situación del suministro energético, el director de la Autoridad de Energía Eléctrica, Ricardo Ramos, informó de que la totalidad de la isla sigue sin servicio de electricidad. Además, el 85% de las comunicaciones telefónicas están cortadas.