El Sistema de Vigilancia de la mortalidad diaria (MoMo), gestionado desde el 2004 por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, ha reflejado en su último balance, dado a conocer este miércoles, un exceso del número de fallecidos en España, entre el 13 de marzo y el 22 de mayo, de más de 43.000 personas, lo que supone un porcentaje del 55%.

El MoMo, que se nutre de los datos incorporados por los registros civiles a través de su aplicación Inforeg, refleja que en los momentos más crudos de la pandemia se observaron un total de 120.851 fallecidos, cuando la cifra que se estimaba que se produciría era de 77.817. La diferencia asciende en concreto a 43.034 personas, de las que 20.890 fueron hombres y 20.638, mujeres.

En esos dos meses han fallecido 91.879 personas mayores de 74 años de edad, el colectivo más afectado por la diferencia entre las muertes esperadas, que eran 56.340, y las que acabaron produciéndose. La estadística del organismos cifra el exceso en un 63%, con 35.539 fallecimientos.

Puesta al día

El aumento en el número de fallecimientos se ha disparado en esta última estadística que se ha conocido por la puesta al día de los registros civiles, que han vivido momentos de un importante colapso por el notable incremento de muertes registrado durante los días más duros de la pandemia. A esa circunstancia también se sumó que el número de funcionarios que acudían a trabajar presencialmente era sensiblemente menor al habitual, en aplicación de las medidas adoptadas en Justicia para frenar el número de contagios.

Fuentes de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, en la que se enmarca el Registro Civil, señalaron a este diario que durante los días críticos se producían unas 400 defunciones, cuando lo habitual podían ser unas 70, y los pocos funcionarios que trabajaban presencialmente en ese momento no podían hacer más que expedir las licencias de defunción. La inscripción del fallecimiento en la aplicación inforeg, utilizada por el 93% de los registros civiles de toda España, se ha podido realizar finalmente estos días.

Donde esa situación de colapso fue más grave fue en Madrid y en Barcelona, por el tamaño de su población y por ser donde con más virulencia actuó el virus. Los datos actuales están prácticamente al día, aseguran dichas fuentes.

Añaden que en sus datos no figura la causa de la muerte desde los años noventa, cuando se procedió a retirar esa información para evitar estigmatizar a los fallecidos por una determinada enfermedad surgida en esos años, y que serán los epidemiólogos y expertos del Instituto Nacional de Estadística los que determinen finalmente cuánto en el exceso de la mortalidad registrado puede atribuirse directamente al covid-19.