El incendio en la catedral de Notre Dame no solo ha dañado gravemente un edificio de incalculable valor arquitectónico e histórico. En sus entrañas, la catedral de París acogía obras y reliquias valiosísimas. Algunas, han podido salvarse pero otras, desgraciadamente, han sido pasto de las llamas.

LAS QUE SE HAN SALVADO

Dos reliquias inestimables pudieron ser trasladadas antes de que las alcanzara el fuego. Se trata de la túnica de San Luis, el jubón que llevaba el Rey Luix IX (1214-1270), último monarca europeo se lanzó en una cruzada para recuperar Jerusalén. No obstante, el objeto más valioso para los católicos era la corona de Espinas, que los soldados romanos colocaron sobre la cabeza de Jesús para mofarse de su sufrimiento en la crucifixión.

Otras obras de arte, que se encontraban en la sacristía pudieron trasladarse. Notre Dame tenía otras reliquias de la pasión de Cristo. Un pedazo de la Cruz y uno de los clavos. Por el momento, no hay censo oficial.

Las 16 estatuas de cobre de la aguja de la catedral se han salvado ya que habían sido retiradas semanas atrás para restaurarlas.

LAS QUE SE HAN PERDIDO

La emblemática aguja de Notre Dame, de Eugene Viollet-le-Duc, desapareció al derrumbarse. En el gallo colocado en la aguja de Notre Dame se guardaban res reliquias que se han perdido al derrumbarse esa estructura: un trozo de la corona de espinas, una reliquia de San Denis y otra de Santa Genoveva.

Se teme también por la suerte de los conocidos como los 13 'grandes cuadros' o 'grandes mayos', pinturas de los siglos XVII y XVIII que cada mes de mayo regalaban los orfebres de la ciudad a la catedral. No obstante, esas obras no pudieron se descolgadas a tiempo. Entre ellas, estaba San Pedro Curando a los Enfermos y una Conversión de San Pablo, la Crucifixión de San Andrés y la Lapidación de San Étienne.

Se desconoce también qué ha sido de obras como 'La Visitación', de Jean Jouvenet o el Santo Tomás de Aquino, de Antoine Nicolas. También se cree que ha desaparecido los maravillosos vitrales, así como de los tres órganos, uno de los cuales era considerado monumento nacional.