Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte violenta del niño de 8 años Gabriel Cruz en Níjar (Almería), será procesada por la presunta comisión de los delitos de asesinato y contra la integridad moral, pero no por detención ilegal. Así lo anunció ayer a la prensa a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Almería el juez instructor de la causa penal, Rafael Soriano, quien precisó que espera que la investigación en torno al crimen, que va a ser enjuiciado por un jurado popular, esté concluida «a finales de año».

«Se inicia la tramitación del procedimiento por la ley del jurado, que llevará su tiempo, y esperemos que podamos tener completada la instrucción y se pase la causa a la Audiencia Provincial para enjuiciamiento», precisó Soriano sin aclarar por qué se ha decretado el sobreseimiento para el delito de detención ilegal. La defensa de la acusada cuestiona la «imparcialidad» del jurado popular y pidió uno profesional.

El magistrado ordenó en marzo pasado la prisión provisional de Quezada al considerar que asfixió al niño de 8 años -hijo de su expareja- con las manos siguiendo una «malvada voluntad». Ella misma había admitido el crimen, tratando de justificar su acción alegando que el niño se enfadó con ella y la agredió.

Sobre la prisión permanente revisable, Soriano señaló que desde el principio dijo que solicitaría la pena legal y que la que «actualmente está vigente» es ésta, ya que el artículo 140 establece que deberá imponerse la misma en los supuestos «como es este caso, en los que exista un menor de 16 años».

También concretó que la Fiscalía considera a Quezada autora de un asesinato con alevosía pero no ensañamiento, y que el Ministerio Público ve dos delitos de lesiones psíquicas cometidos contra los padres pero no contra la integridad moral.