Bajo la premisa de que con el actual sistema de formación en las autoescuelas españolas, más que a conducir, los alumnos aprenden a aprobar los exámenes para obtener el carnet, el RACC propone instaurar un curso obligatorio de conducción segura un año después de obtener el permiso de conducir.

El RACC propone, además, modificar la exigua revisión médica a superar cada vez que se renueve el permiso por un proceso progresivo de la formación del conductor. De esta manera, sería obligatorio superar un test en circuito cerrado en el que se pudieran refrescar habilidades propias de situaciones de riesgo.

La conclusión del RACC llega tras analizar la experiencia de los profesores de su red de autoescuelas. El 80% de ellos sostiene que las principales carencias de los conductores noveles son las de saber reaccionar ante situaciones de emergencia, como esquivar obstáculos, frenadas urgentes o derrapajes.

Nueve de cada diez de estos profesionales abogan por revisar los contenidos teóricos y prácticos a lo largo de la vida del conductor, si bien no hay tanta unanimidad sobre cuál es el momento de mayor riesgo de accidente para quienes acaban de sacarse el carnet, si en el primer año (50%) o en el segundo (44%). El sistema de formación de las autoescuelas lleva 40 años en vigor sin que haya experimentado cambios significativos.