El rally ilegal Cannonball a punto estuvo estuvo de provocar una tragedia. Dos conductores han denunciado ante los Mossos d´Esquadra que varios de los 122 participantes de la carrera les adelantaron simultáneamente por la izquierda y por el arcén de la derecha. En ambos casos, afirmaron los testimonios, les sacaron de la calzada de la autopista AP-7 cuando circulaban por Gerona.

Uno de los testigos aseguró: "A punto estuve de empotrarme contra la valla". El otro automovilista perjudicado, un guardia civil de paisano, dijo haberse sentido como si de pronto le hubiesen puesto dentro de un circuito de carreras. "Su conducción era temeraria", sostuvo.

Los dos conductores se han convertido en los principales testigos de cargo con que cuenta la policía autonómica para acusar a los organizadores del Cannonball. Los Mossos facilitarán al juez el contenido de la página web de los promotores, así como las conversaciones entre automovilistas en un chat.

Los documentos de internet demuestran que los organizadores se reunieron varias veces para distribuir los dorsales y fijar el itinerario de la carrera, que tenía dos etapas. La primera, de Londres a Perpiñán, que se celebró el domingo, y otra, de esa ciudad a Benidorm, frustrada el lunes, cuando los coches pasaban por Cataluña. Los detenidos dijeron que tenían autorización del alcalde Benidorm, Vicent Pérez, quien les esperaba. Pérez negó este extremo: "No los conozco de nada".

Un total de 68 coches del Cannonball quedaron inmovilizados y sus conductores debieron declarar como detenidos. Dos de ellos fueron denunciados por circular a 160 km/h, y otros dos, por llevar dispositivos para detectar los radares.