Una reclusa francesa fue obligada por sus guardianes a dar a luz con las esposas puestas y sujeta a la cama, lo que provocó la indignación del equipo médico que la asistió en el parto, así como del ministro de Justicia francés, Dominique Perben, que ordenó la apertura de una investigación.

Los hechos se remontan al pasado 31 de diciembre pero no se divulgaron hasta ayer. La mujer embarazada se encontraba interna en la cárcel de Fleury Merogis cuando se puso de parto y tuvo que ser traslada de urgencia al hospital de Evry.

La escolta que la acompañaba quiso estar presente en la sala de partos, pero ante las protestas de la reclusa y del propio equipo médico acabó por salir de la estancia aunque antes esposó a la mujer a los barrotes de la camilla, que dio a luz en esta incomodísima posición.