El Gobierno británico está estudiando cobrar a las mujeres extranjeras que acudan a abortar a la sanidad pública del Reino Unido, según publica el diario The Telegraph, que ha tenido acceso a un documento del Servicio de Salud Pública (NHS). La medida, de adoptarse, se enmarca en el plan impulsado por el Ejecutivo de David Cameron para acabar con el llamado turismo sanitario, que se pondrá en marcha este año y que incluye, entre otras cosas, cobrar a inmigrantes y turistas extracomunitarios por la asistencia médica de urgencias.

Fuentes de la NHS citadas por 'The Telegraph' han admitido que se está "considerando la posibilidad" de cobrar por las interrupciones de los embarazos. Una propuesta que se adivina polémica y que se topará con la oposición de las asociaciones proabortistas del país, pero que cuenta con el apoyo de los críticos que, apunta el diario, "temen que se produzca un aumento de mujeres que viajan al Reino Unido para abortar procedentes de países como Polonia, con leyes restrictivas sobre el aborto". El rotativo recuerda que entidades proabortistas han hecho campañas en Polonia animando a las polacas a viajar al Reino Unido a abortar gratis en la sanidad pública.

Sistema "sostenible"

El Departamento de Sanidad ha insistido que el documento es un "borrador" para uso interno y que todavía no hay nada decidido. Sin embargo ha subrayado que el sistema sanitario "necesita cambios", que pasan por "identificar y cobrar a los inmigrantes y turistas que usan el NHS" con el objetivo de que la sanidad pública sea "sostenible y justa".

Los pacientes extranjeros cuestan cada año a la sanidad pública británica 2.000 millones de libras (2.400 millones de euros). No hay datos actualizados del número de mujeres que viajan al Reino Unido para abortar, según fuentes citadas por el 'Telegraph'.