El pueblo gitano está de fiesta y de reivindicación. El Papa Francisco ha hecho un llamamiento este domingo a conseguir la integración de este colectivo en su día internacional. “Yo espero que la jornada favorezca la cultura del reencuentro, con la buena voluntad de conocerse y de respetar a los demás. Es el camino para qué conduce a una verdadera integración”, ha asegurado el Pontífice después de la misa celebrada en la basílica de San Pedro.

Sin embargo, no solo ha habido buenas palabras y en Italia el ataque hacia los inmigrantes ha saltado de nuevo. El dirigente de la Liga, Matteo Salvini, a través de Twitter ha lanzado un ofensivo mensaje contra ellos. “Si muchos de ellos trabajaran más y robaran menos, si muchos de ellos enviaran a sus hijos a la escuela en vez de aprender a volar, sería realmente una fiesta”, ha escrito. Salvini, de 45 años, líder del partido antiinmigración aspira a presidir el gobierno italiano, a pesar de no tener una mayoría clara después de las elecciones del 4 de marzo.

En España, la Fundación Secretariado Gitano ha pedido a los poderes públicos que pongan en marcha medidas para erradicar “la segregación escolar” del alumnado gitano, tras identificar, al menos, 173 centros educativos con una elevada concentración de niños y niñas de esta étnica. En este sentido, solicita acciones que aseguren una distribución equitativa de los estudiantes de este colectivo y permitan “revertir” la situación de los colegios-gueto.

En concreto, esta entidad reclama que el próximo pacto educativo lo incluya como uno de sus objetivos, al tiempo que avisa del “impacto negativo” que produce en el rendimiento escolar, en la igualdad de oportunidades y la cohesión social.

Según la encuesta europea EU-Midis II de la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, en España un 31% de alumnos gitanos asisten a centros con un elevado número de estudiantes de esta etnia. Desde la fundación sostienen que nuestro país está señalado por los organismos internacionales por “incumplir las recomendaciones” para corregir esta situación “injusta y permanentemente invisibilizada”.