Madrid. -- Los alumnos españoles deberán realizar un única prueba de acceso a la universidad una vez finalizado el bachillerato, sobre los contenidos de las materias de segundo curso, cuya calificación positiva les permitirá cursar las distintas titulaciones. Esta novedad elimina la realización de la prueba general de bachillerato (PGB), recogida en la ley orgánica de calidad de la educación (LOCE). La enseñanza religiosa seguirá siendo de oferta obligatoria, pero de elección voluntaria para los alumnos, mientras que la enseñanza no confesional se incluirá en los curriculo como contenido en otras materias, caso de Geografía, Historia o Filosofía. De todas formas, el Ministerio de Educación y Ciencia elevará una consulta al Consejo de Estado sobre si las familias de los alumnos que los soliciten expresamente a título individual pueden renunciar a desarrollar actividades alternativas a la enseñanza confesional de las religiones. Así lo ha explicado en rueda de prensa la ministra de Educación, María Jesús San Segundo, tras presentar sus propuestas para el debate de reforma de la LOCE, titulado Una educación de calidad para todos y entre todos, ante la Conferencia Sectorial de Educación, en la se comprometió expresamente a elaborar una memoria económica sobre la reforma.