Al día siguiente de cobrar los bonos soberanos con los que Argentina le compensa por la expropiación de YPF, Repsol ha vendido ya a JP Morgan Securities el equivalente a 2.000 millones de euros (2.813,6 millones de dólares). Se trata de títulos que no cotizaban, os Bonar 24. Por ello se han colocado con rapidez, con el objetivo de evitar incertidumbres. La operación se sellará el próximo martes 13 de mayo.

La transacción no tendrá impacto en las cuentas de resultados de la compañía española, quedará previsiblemente cerrada el próximo martes 13 de mayo y afecta al único de los tres bloques de bonos que no cotiza. Repsol tendrá restringida la venta a terceros de los restantes bonos entregados por Argentina durante un periodo de siete días, con ciertas excepciones. La compañía se ha dado de plazo hasta dos años para venderlos.

Tras la operación, la deuda de 5.000 millones de dólares reconocida por el Gobierno argentino para compensar a Repsol queda reducida a unos 2.890 millones de dólares (2.094 millones de ueros al cambio actual).

Los bonos argentinos alcanzaban un valor de cotización en el mercado cercano a los 3.800 millones de euros, con lo que la compañía española cumpliría con creces los objetivos de monetización planteados.

Una vez cerrado el capítulo argentino, la petroler presidida por Antoni Brufau inicia una nueva etapa en la que se propone monetizar (convertir en líquidos) estos instrumentos en un plazo máximo de dos años y analizar la compra de activos y compañías en países industrializados que forman parte de la OCDE. Esta semana vendió también la parte de capital que aún poseía en YPF por unos 903 millones de euros. La plusvalía asciende a 447 millones de euros.

La compañía buscará además activos que se encuentren en áreas útiles como plataforma de crecimiento y que permitan aumentar la capacidad de la compañía.