Los militares españoles del destacamento de Alhucemas no daban crédito a sus ojos cuando, al llegar a la Isla de Mar, un islote cercano, se la encontraron repleta de mujeres y menores que les pedían “asilo”. Las mafias habían dejado la patera a escasos metros, pensando que se trataba de la isla de Alborán, pero fueron las propias inmigrantes quienes tuvieron que informar de su ubicación mediante los teléfonos móviles que portaban y esperar varias horas hasta ser rescatadas. Las 26 mujeres y los cinco niños que iban a bordo de la embarcación han sido trasladadas ya al Centro de Estancia Temporal (CETI) de Melilla.

Se trata de la primera embarcación ocupada únicamente por mujeres y niños que llega a la zona, aseguran las oenegés, ya que en el Estrecho, donde la distancia entre las costas es menor, sí se contabilizaba alguna que otra patera cargada solo con menores. Según informa la oenegé Caminando Fronteras, sobre las tres de la madrugada recibieron un primer aviso de un familiar alertando de que la embarcación llegaba a la isla de Alborán. Sin embargo, el destacamento militar de la isla comprobó que no había nadie.

LOCALIZACIÓN

La organización logró contactar horas después con algunas de las mujeres, y mediante fotos y coordenadas de GPS, consiguieron identificar el lugar en el que se encontraban: uno de los islotes de las Islas de Alhucemas, a escasos metros de la costa africana pero de soberanía española, por lo que se alertó a los militares, que llegaron sobre las 10 de la mañana. La cooperante Helena Maleno explica que cuando éstos llegaron, lo hicieron junto a una embarcación de las fuerzas de seguridad marroquís, por lo que las mujeres se asustaron pensando que las iban a enviar de vuelta al país magrebí, de ahí que empezaran a gritar pidiendo asilo. En el vídeo grabado por las inmigrantes se aprecia cómo se niegan a darles sus teléfonos móviles a los militares porque consideran que era un medio de protección.

Todas ellas, según la cooperante, proceden de Costa de Marfil y con edades no superiores a los 25 años, muchas de ellas en situación de extrema vulnerabilidad: hay tres adolescentes de 15,16 y 17 años y tres mujeres embarazadas, así como cinco niños de entre ocho meses y dos años, que serían hijos de algunas de las inmigrantes.

La Delegación del Gobierno en Melilla ha informado de que los 32 ocupantes de la embarcación han sido trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde “se les aplicará la legalidad vigente” y se les abrirá el procedimiento de expulsión por entrada irregular en España. Sin embargo, señala la agencia Europa Press, al tratarse de menores, embarazadas y mujeres indocumentadas a las que generalmente los países a los que dicen pertenecer niegan este hecho, lo más probable es que después de unos meses en el CETI, sean trasladados a la Península y acogidos por diferentes ONG, quedando en la Unión Europea en situación irregular salvo que tengan derecho a documentación.

En este sentido,la organización Caminando Fronteras ha recordado que no se pueden aplicar devoluciones que violen tratados internacionales y que estas mujeres deben ser identificadas para ver si sufren persecución y ser acogidas, por lo que han registrado una queja a la Defensora del Pueblo, así como un escrito dirigido al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, con el objetivo de que soliciten al Gobierno español la no devolución de estas personas.