Una mujer fue rescatada ayer con vida después de pasar siete días enterrada bajo las ruinas de un edificio que se desplomó en la ciudad turca de Konya. Yasemin Yapracki, de 24 años de edad, sufría heridas muy graves en las piernas y síntomas de gangrena, por lo que fue trasladada en helicóptero a un hospital militar de Ankara.

Este es el segundo rescate inesperado en Konya, después de que el pasado domingo los bomberos consiguieran sacar con vida a un joven de 16 años, que había pasado seis días sin agua ni comida. El testimonio del joven, que goza de un buen estado de salud, puso a los equipos de rescate sobre la pista de tres personas, sepultadas como él entre las ruinas del edificio.

Hasta el momento, 29 personas han podido ser rescatadas, mientras que al menos unas 20 se dan todavía por desaparecidas. El recuento de víctimas mortales asciende ya a 80 personas.

BAJA CALIDAD DEL HORMIGON Según las consideraciones de los bomberos, el bloque de pisos se hundió por la deficiente calidad del hormigón empleado. Los dos constructores fueron detenidos el pasado miércoles y pasaron a disposición judicial.