Llevaba cuatro días encadenado a un radiador y estirado en un colchón viejo. Sus raptores le envolvieron la cabeza con cinta aislante, con lo que no podía ver ni oír y respiraba con dificultades. Tampoco le dieron comida ni bebida, y durante su cautiverio no pudo ir al lavabo.

Estas son las lamentables condiciones en que la policía halló el martes a Sevan Ramian en un céntrico piso de Gerona, en el número 31 de la carretera de Barcelona. Este norteamericano de 30 años, hijo de un acaudalado empresario armenio afincado en Madrid y propietario de Tecnologías Inc., fue retenido por dos hermanos marroquís de 28 y 49 años, Driss B. y Yussef B., que pedían un rescate de 100.000 euros.

A la salida del Hospital Josep Trueta, donde ingresó con cortes y contusiones tras ser liberado, Ramian detalló ayer la crueldad con que fue tratado: "Me amenazaban diciendo que me cortarían la cabeza y la enviarían a mi padre. Incluso llamaron a mi madre, que vive en EEUU y tiene 65 años, y le decían que me cortarían un dedo por cada día que pasara sin pagar el rescate".

Las muestras de tortura son evidentes en las muñecas y tobillos. "A los prisioneros iraquís los trataron mejor que a mí", se lamentó. Lo peor, recordó, es que pensaba que iba a morir. "Aunque mi padre pagara el rescate sabía que me matarían porque les había visto la cara".

UN SOMNIFERO El calvario de Sevan empezó el pasado viernes, cuando acudió con su coche a una cita con el que después sería su secuestrador. Driss B. de 49 años había trabajado en la empresa de su padre y conocía a Sevan. Lo citó en Lérida para charlar y tomar unas copas. Durante el encuentro, le puso un somnífero en el vaso y lo trasladó hasta el piso de Gerona en su propio coche.

La policía recibió al mismo tiempo una denuncia del padre por el secuestro del hijo. Los delincuentes obligaron al joven a llamar al industrial exigiendo que pagara el rescate. Dos días después, los captores volvieron a utilizar el teléfono móvil para dar un ultimátum a la familia.

EL COCHE Tras una intensa investigación, los agentes localizaron el vehículo de la víctima, un BMW todoterreno, aparcado cerca de la estación de tren de Gerona. El martes, sobre las siete de la tarde, la policía detuvo a los secuestrados cuando abrían el coche. Sevan estaba retenido en el piso, a sólo 50 metros del aparcamiento. Uno de los detenidos, Driss B. había vivido durante dos años en el apartamento y, al dejarlo, se había quedado con las llaves.