Rusia culminó ayer con éxito la arriesgada operación de rescate en el Artico de la expedición polar, atrapada desde el pasado miércoles en un témpano de hielo resquebrajado, que fue recogida por dos helicópteros y llevada a la isla noruega de Spitsbergen.

"La operación fue un éxito: los 12 científicos y dos perros ya están a bordo de nuestro helicóptero", dijo por teléfono Artur Chilingárov, antiguo explorador polar y actual vicepresidente de la Duma rusa que dirigía la misión.

Los 12 científicos fueron recogidos por un MI-26 de transporte que logró aterrizar en los restos del témpano resquebrajado, de apenas 80 por 100 metros, y que se encontraba a la deriva.

Los expedicionarios, cuyas vidas corrían peligro tras romperse el campo de hielo en el que se encontraba su campamento y la estación científica Polo Norte-32 (PN-32), habían preparado una pista de aterrizaje de 20 metros cuadrados para recibir la ayuda.

25 GRADOS BAJOS CERO El rescate fue complicado y se realizó a una temperatura de 25 grados bajo cero. Los helicópteros recogieron los materiales acumulados por los exploradores durante su misión polar de casi un año.