La maniobra de rescate de las personas que pedían auxilio desde las ventanas de la quinta planta del bloque en llamas comportó un alto riesgo de sobrecarga de la autoescalera de bomberos.

Esta estructura está preparada para soportar el peso de los dos bomberos que se colocan en la cesta y de otras dos víctimas, como máximo. Ayer, no obstante, los bomberos tuvieron que rescatar a cinco vecinos en un único viaje que llevó al límite la capacidad de la escalera. En una primera maniobra, los bomberos socorrieron a un adulto, a sus dos hijos y al bebé que sufrió una intoxicación grave por inhalación de humo.

Con ese peso, las alarmas avisaron de que se había sobrepasado el peso máximo e iniciaron la maniobra de descenso, a pesar de que en la ventana contigua dejaban a una quinta víctima, otro adulto, rodeado por las llamas. A mitad de camino, sin embargo, constataron que tal vez sería demasiado tarde para el quinto y decidieron regresar a por él. Afortunadamente, la escalera soportó el peso y pudieron descender los siete.

Otros camiones con autoescalera disponibles para los Bomberos de la Generalitat, un cuerpo movilizado para denunciar la ausencia de efectivos humanos y materiales, se encontraban en Mataró o Sabadell pero no se activaron. Uno de estos acabó actuando horas después en el municipio de La Llagosta, en otro fuego que se cobró la cuarta víctima mortal de un sábado negro.