Block (bloques); Chain (cadena) -cadena de bloques- es un concepto recurrente en la actualidad. Se trata de un potente sistema de seguridad formado por bloques alojados en una base de datos compartida. Esta base de datos compartida es una de las fortalezas del sistema, pues hasta el momento los ciberdelincuentes no han podido acceder ni dañar el blockchain. La clave está en que la cadena de bloques está descentralizada, por lo que para inyectar un virus y robar información, habría que infectar, uno a uno, todos los ordenadores conectados a la base de datos. En esta coyuntura no es de extrañar que blockchain se asocie a revolución, aunque también con el temor de que las expectativas puedan ser excesivas, como ya pasó con las puntocom.

En pocas palabras, el blockchain se conforma como una base de datos, un libro de contabilidad, del que todos los que participan guardan una copia, con lo que comparten la misma y auténtica información. Esta tecnología está sujeta a muy diversos desarrollos, como en los que están trabajando algunas de las start-ups aceleradas en los espacios de innovación abierta de la red de Telefónica Open Future.

“Esta tecnología va a afectar, sobre todo, a aquellos sectores que se caractericen por la presencia masiva de intermediarios, aquellos en los que la falta de transparencia y confianza entre las partes implique directamente procesos ineficientes que puedan ser optimizados. Sectores que cumplen estas características y se están viendo impactados por la aparición de soluciones blockchain son el sector de la banca y los seguros, la logística o el sector farmacéutico, solo por poner algunos ejemplos”, destaca Andrés Garrido, cofundador y CEO de Chaingo, start-up que trabaja con blockchain aplicado al transporte de mercancías.

En opinión de José Luis Fernández Garay, fundador de Guesser, otra start-up basada en blockchain, “esta tecnología cambia el poder de sitio. Bitcoin, precursora de esta ola de innovación, es una moneda que resta poder a los bancos centrales para dársela al ciudadano de a pie, que ahora puede ser realmente dueño de su dinero. Esto abre muchas puertas a la innovación, e influirá en el desarrollo de muchos sectores donde veremos que el poder pasa de estar centralizado en un conglomerado de empresas intermediarias a estar más en manos del usuario”. Guesser está trabajando en una web donde cualquier persona puede crear una apuesta, algo completamente nuevo a día de hoy.

“La descentralización es una corriente muy potente y creo que el futuro es muy prometedor”, advierte Fernández Garay. El verdadero reto en todos los casos es encontrar la necesidad del cliente que soluciona esta tecnología y el modelo de negocio descentralizado que explota la internet de la confianza.

Nuevos modelos más seguros de protección para

las compañías

Modelos de negocio. La seguridad de las operaciones, elemento clave.