Los conductores viajan en vehículos cada vez más antiguos y peor mantenidos. Esta es una constante desde el inicio de la crisis. Que no hay dinero para renovar el coche ni para mantenerlo en buen estado es cosa sabida, pero este verano los clubs de automovilistas han detectado un aumento alarmante del que quizá sea el efecto más peligroso de este fenómeno. Los reventones que han tenido que atender se han disparado por seis en el caso del RACE. Una cifra tan abultada que algunos expertos creen que debe existir algún factor agravante. El poco rigor de algunas ITV, el mal estado de algunas carreteras o la venta de neumáticos de segunda mano, recauchutados o de marcas low cost de países con pocos controles podrían estar detrás de unas averías que pueden ser mortales si se viaja a gran velocidad.

A media tarde del pasado 22 de julio se produjo el peor siniestro del año. Un camión invadió la calzada contraria de la autovía A-7 a su paso por la localidad alicantina de Cox. Con tan mala fortuna que arrolló una furgoneta que circulaba en sentido contrario. Resultado: ocho muertos, tres de ellos niños. La causa: un reventón de una rueda del camión que hizo que su conductor perdiera el control.

VUELCOS Y CHOQUES

Ese es solo el ejemplo más extremo y más cercano en el tiempo de lo que puede ocurrir con unas ruedas en mal estado. En otros casos se producen vuelcos o choques contra los guardarraíles. Las reparaciones de chapa, la pintura y otros elementos accesorios pueden esperar, pero las ruedas no. "Son un elemento clave porque unen el vehículo con la carretera y descuidarlas es jugar a la ruleta rusa. Se puede ahorrar en muchas cosas, pero no en eso", señala Antonio Lucas, portavoz del RACE. Sus datos son contundentes. Han pasado de atender 231 vehículos por reventones en los meses de julio y agosto del 2013 a 1.230 en el mismo periodo de este verano.

Los datos del RACC no son tan alarmantes, pero casi. El aumento de asistencias por reventones ha sido en este caso del 16% (de 600 a 700). Su director de asistencia en viaje, Daniel Cornudella, corrobora que "la gente va con los neumáticos muy gastados y apura hasta que lo dejan tirado, cuando vigilar su buen estado es lo mínimo de lo mínimo que se exige en mantenimiento". Ya antes del verano, el Observatorio Español de Conductores del propio RACE alertó de que el 21,7% de los conductores reconocían que habían reducido su presupuesto de mantenimiento.

EL ASFALTO

Para el RACE, un factor que agrava el descuido de los conductores es la caída de la inversión en mantenimiento de las administraciones. El mal estado no solo de las carreteras, sino también de las calles de ciudades y pueblos, acelerarían, según esta versión, el desgaste de los neumáticos. "Hemos creado la mejor red de carreteras de Europa y vamos camino de tener la peor mantenida del continente", lamentó Tomás Santa Cecilia, director de Seguridad Vial del RACE.

La mayoría de interlocutores están de acuerdo en que la actuación de las ITV suele ser poco rigurosa porque se centra solo en los testigos, unos pivotes que revelan el desgaste del dibujo. Esa es la medida del agarre. Pero aunque el dibujo esté bien, si una rueda está reseca, cuarteada, es también hora de renovarla, porque el peligro de reventón es inminente, pero por ese aspecto no suelen rechazar ningún vehículo. Y luego está la picaresca. "Hay quien se presenta a la ITV con ruedas prestadas para luego volver a poner las propias", apunta Lucas.

Sobre las marcas, el terreno es más pantanoso. José María López, subdirector del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (Insia), sostiene que las que salen al mercado tienen todas las garantías. Y opina que todo es consecuencia de "la prolongación excesiva de la vida del neumático por razones económicas". "Va acumulando fatiga hasta que estalla", advierte.