Diez encapuchados armados asaltaron el pasado sábado por la noche el consulado de España en Sao Paulo, Brasil. Los atracadores reventaron dos cajas fuertes y se llevaron 1.400 pasaportes sin cumplimentar del nuevo modelo digitalizado, 700 visados, una veintena de pasaportes en proceso de renovación de trabajadores del colegio español Miguel de Cervantes de la ciudad brasileña y 10.000 reales brasileños (poco más de medio millón de pesetas).

La sede del consulado está ubicada en la céntrica avenida de Bernardino do Campos, en el interior de una galería comercial que comunica dos calles y que por la noche se cierra con persiana metálica. Trabajadores del consulado consultados por este diario explicaron ayer que la policía brasileña trabaja con la hipótesis de que los asaltantes, armados con subfusiles, accedieron a la sede diplomática a través del techo, donde habrían abierto un gran boquete.

Los investigadores brasileños sospechan que los asaltantes llegaron hasta el techo del consulado a través de un bar que tiene entrada y salida por la galería comercial y por otra calle vecina. Una vez en el interior del consulado, mientras unos delincuentes abrían las dos cajas fuertes, otros asaltantes amordazaron y maniataron a los dos vigilantes de seguridad que custodiaban el edificio durante la noche.

POCO DINERO EN LA CAJA FUERTE Tras cargar toda la documentación, los asaltantes abandonaron el edificio por la puerta principal, blindada, tras obligar a los vigilantes a que la abrieran. Uno de los guardas declaró a la policía que los asaltantes se quejaron por el poco dinero en metálico que había en el interior de la caja fuerte. "Imagino que, además de la documentación, esperaban encontrar dólares. Lo cierto es que no han tocado los despachos del consulado y ni se han fijado en algunos electrodomésticos de valor", comentó un trabajador.

A pesar del robo, el consulado ha seguido trabajando con normalidad, según explicaron ayer fuentes de la Embajada de España en Brasil. El único inconveniente es que se ha paralizado la renovación de pasaportes y visados para los más de 30.000 ciudadanos españoles que viven y trabajan en esta ciudad brasileña.

SALTO CUALITATIVO "Los índices de delincuencia en esta ciudad son muy elevados. Creo que a casi todo el personal de esta embajada le han atracado varias veces en la calle o les han asaltado en sus casas, pero atreverse con una sede diplomática es un salto cualitativo que no tiene antecedentes", indicó un trabajador de la oficina.