Armados hasta los dientes y con la joyería repleta de clientes. Un grupo de atracadores, compuesto por al menos cinco personas, desvalijaron ayer una joyería de Marbella (Málaga) llevándose un botín de dos millones de euros (322 millones de pesetas). La operación fue rápida y se saldó sin ningún herido.

La banda entró en el establecimiento sobre las doce del mediodía. Los ladrones accedieron por la puerta principal y armados con pistolas, cuchillos y mazas. No hirieron a nadie, pero su agresiva puesta en escena fue suficiente para que los dependientes de la joyería accedieran a todas sus peticiones.

Entre el botín, que alcanzó los dos millones de euros, había relojes de valiosas marcas como Rolex, Cartier o Piaget, así como piedras preciosas y esmeraldas que los atracadores metieron en bolsas con las que huyeron en simples ciclomotores. En su huída arrojaron un paquete a una jardinera cercana al establecimiento que los agentes especializados en explosivos, conocidos como tedax , inspeccionaron sin encontrar nada sospechoso.

Según la declaración de varios testigos, los atracadores hablaban un correcto castellano. En el momento del atraco estaban en la joyería la copropietaria, Antonia Molina, con dos de sus hijas, y varios clientes, entre ellos un hombre con su hija de seis años.

La joyería Gómez y Molina es un establecimiento muy conocido en Marbella que probablemente cerrará indefinidamente sus puertas a causa de este robo. El motivo son los numerosos atracos que han sufrido en sus 35 años. La propietaria explicó que las aseguradoras no aceptan ya firmar ninguna póliza por el riesgo que implica este negocio.

De hecho, la joyería Gómez y Molina creó la Asociación de Joyeros de la Costa del Sol para velar por los intereses del sector y su propietario, Miguel Gómez, es el presidente de la entidad. Gómez y Molina cuenta con varios establecimientos en Marbella y otros municipios.