El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, se ha despedido de sus doce años al frente de la jerarquía católica con un discurso frío y plano en el que ha pasado revista a sus iniciativas y ha cerrado con críticas a la clase política.

"El nivel intelectual del discurso público es más bien pobre, afectado por el relativismo y el emotivismo", ha dicho el cardenal de Madrid al inicio de la asamblea plenaria que elegirá mañana a su sucesor. Rouco llegaba de presidir el funeral en memoria de las víctimas del 11-M en la catedral de la Almudena de Madrid.

España amenazada

También ha apuntado que la "nación española se encuentra con graves problemas de identidad, amenazada por posibles rupturas insolidarias". Y ha advertido de que el matrimonio y la familia están atravesando una crisis profunda".