La directora general de RTVE, Carmen Caffarel, propuso ayer al consejo de administración del ente 30 medidas para combatir la telebasura en horario infantil (de 6.00 a 22.00 horas). Si se cumplieran al pie de la letra, TVE tendría que suspender o modificar algunos de sus programas.

Al menos, eso es lo que admitió Caffarel cuando fue interrogada sobre espacios como Gente y las telenovelas. "Habrá que mirar el articulado del código y compararlo con cada espacio. Esto podría llevar a la supresión de algún programa o a la modificación de alguno de sus contenidos", destacó la máxima responsable del ente público.

NORMATIVAS INCUMPLIDAS El código todavía no está aprobado. Simplemente se trata de un borrador propuesto por Caffarel para "autorregular" la programación de la cadena estatal. En realidad, gran parte de su contenido está ya incluido en anteriores normativas. El problema es que éstas "no se cumplen", según reconoció la directora de RTVE. Eso sí, Caffarel subrayó que la cadena estatal es "la más sensible" y "la más cuidadosa" en aspectos como, por ejemplo, la violencia.

El código comienza con una declaración de intenciones: "Queda prohibida la emisión en RTVE de programas que atenten a la dignidad de la persona". Entre otras normas, también se pide que los espacios no recomendados para menores de 18 años tengan un símbolo visual de advertencia y que éste se mantenga a lo largo de todo el programa.

El borrador establece, dentro del horario infantil, unas franjas de "especial protección del menor". Son tres: de 7.30 a 9.00 horas; de 13.00 a 14.30 y de 17.00 a 21.00. En esos espacios de tiempo, la cadena pública no podrá emitir programas no recomendados para menores de 18 años. Según el código del ente, tampoco se podrán emitir programas que incluyan contenidos violentos. Además, en la utilización del lenguaje, "se deberán evitar las expresiones que sean ofensivas" y el desnudo "no será utilizado con propósitos sexuales ni gratuitos".

Por otra parte, "las acciones de beber alcohol, fumar o inhalar pegamentos, así como el consumo de drogas, no deberán ser incluidos en programas para niños", al igual que todo lo relativo a las ciencias ocultas y el exorcismo. Con carácter general, el código prohíbe utilizar "los conflictos familiares como espectáculo".

Con el objetivo de velar por el cumplimiento del código, el documento ordena la creación de la figura del defensor del radioyente y el telespectador.