EL CIUDADANO RUMANO, de 27 años, murió ayer en Granada tras ser arrojado por la ventana de un edificio, situado en la carretera de Pulianas. Todo apunta a un ajuste de cuentas entre varias bandas. En el mismo piso, desde donde fue arrojada la víctima, se encontraban otros cuatro ciudadanos rumanos con heridas, de arma blanca.