No es la primera vez, ni será la última, que los científicos actuales llegan a la misma conclusión: la Sábana Santa que se conserva en la catedral de Turín, supuestamente el lienzo que envolvió a Jesús de Nazaret después de ser crucificado y enterrado según las costumbres de la época, no sería verdadera, sino elaborada en siglos sucesivos. Las nuevas conclusiones sobre el lienzo han sido publicadas esta semana por el Journal of Forensic Science y están firmadas por el antropólogo forense de la Universidad británica John Moores de Liverpool Matteo Borrini y el químico de la Universidad italiana de Pavía Luigi Garlachelli.

En 1988, la revista SIS-Magazine «demostró» a través del examen de carbono 14, que permite fechar con bastante aproximación la época de un objeto, que el lienzo no tenía ningún valor, aunque los datos eran confusos «probablemente a causa de una fuerte contaminación». Anteriormente, el mismo Vaticano autorizó a tres laboratorios de Tucson (EEUU), Oxford (Reino Unido) y Zúrich (Suiza) a efectuar análisis independientes y «sin contacto entre ellos», unas pruebas supuestamente definitivas sobre la fecha del lienzo. Pero los laboratorios coincidieron: la minúscula parte de lienzo que les había sido entregada tenía fecha de la edad media. Los sindonólogos rebatieron las conclusiones, aduciendo no solo que los tres laboratorios se habían puesto incorrectamente de acuerdo sino que el fragmento de lienzo que les había sido entregado (dos centímetros) era parte de un remiendo de la edad media. «La Sábana Santa está muy contaminada», explicó Barbara Frale, investigadora del Archivo Secreto del Vaticano, que coloca su fecha en el siglo I d.C.

Las conclusiones de los análisis actuales afirman que el «negativo» del hombre de la síndone «no tiene nada que ver con la situación de un hombre crucificado, torturado y deshidratado». Es decir, la sangre fue pintada. Los investigadores han utilizado un maniquí y un voluntario humano para estudiar si la sangre se depositaría naturalmente en los lugares donde quedaron impresiones en la tela: en la mitad de la sábana, el resultado es negativo.