La familia del sacerdote español Miguel Pajares confirmó ayer que los médicos ya le están suministrando Zmapp, el medicamento experimental contra el ébola desarrollado en Estados Unidos y probado hasta ahora solo en ratones. Pajares es el tercer ser humano que prueba la medicina después de los estadounidenses Kent Brantly y Nancy Writebol, evacuados como él de África tras confirmarse que estaban contagiados con el virus. Sanidad autorizó de manera excepcional la importación del suero desde Ginebra.

El estado del sacerdote es "estable y no hay muchas novedades", aseguraron ayer fuentes de la familia, que está a la espera del efecto del suero experimental "con esperanzas". "Ahora toca esperar, no se puede hacer otra cosa", declaró a Efe un familiar del religioso sobre los posibles resultados del tratamiento en la evolución de la enfermedad.

El Gobierno español evacuó el jueves a Pajares del Hospital San José de Monrovia, en Liberia, donde permanecía aislado junto con otros dos enfermos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios que, por no tener pasaporte español, no fueron autorizados a subir al avión que trasladó a Pajares. Se trataba de las monjas Pascal Chantaline (congolesa) y Paciencia Melgar (guineana). Chantaline falleció el sábado.

El Zmapp, un suero, se produce con anticuerpos creados en la sangre de ratones que se adhieren a las células infectadas con ébola para evitar su avance. En laboratorio, y con animales, ha demostrado cierta efectividad, lo mismo que con los dos pacientes estadounidenses, que han experimentado una leve mejoría.

Según un informe publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences en el 2012, en un experimento, dos de los animales tratados una hora después de su exposición al virus sobrevivieron, en tanto que los animales sin tratamiento murieron. En otro, cuatro de los seis animales tratados en las 48 horas después de su exposición al ébola sobrevivieron, pero los dos no tratados murieron.

MIEDO Y PARANOIA El temor a la expansión del virus, algo emparentado con la paranoia, produjo ayer noticias en Canadá, Hong Kong, Rumanía y Senegal de alarma por posibles casos. Todas las pruebas dieron negativo.

En España, personas procedentes de Liberia, Sierra Leona, Nigeria o Guinea Conakry que residen en nuestro país están recibiendo las noticias de la expansión del virus con mucha preocupación. Representantes de esta colonia de inmigrantes intentan organizar una concentración para el próximo sábado --con personas que viven en Bilbao, Gerona, Canarias y Barcelona-- frente al Ministerio de Sanidad con el fin de pedir ayuda para su país.