El Gobierno ha vetado por primera vez el incremento desmesurado del precio de un medicamento no sujeto a financiación pública, según adelantó El País. La comisión interministerial de precios de los medicamentos desautorizó el pasado 8 de febrero a Johnson & Johnson a subir de nuevo el importe del Fortasec, el famoso antidiarreico, que desde el 2012 ha multiplicado por tres su precio. Una caja de 20 cápsulas valía 2,8 en el 2012 y hoy cuesta 8,95 euros y el fabricante pretendía incrementar de nuevo su importe.

«Los productos no financiados de forma pública en ocasiones sufren un incremento en nuestra opinión injustificado de precio y en este caso (Fortasec) no se va a autorizar porque nos parece desproporcionado», señaló la Ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Fortasec forma parte del conjunto de 417 fármacos que el Ministerio de Sanidad decidió excluir de la financiación pública en 2012 para ahorrar cuando apretaba la crisis. Entre ellos se encuentran algunos muy populares, como el jarabe para la tos Mucosan o el antiinflamatorio Voltaren. Desde entonces las farmacéuticas han aprovechado para multiplicar los precios de algunos de estos productos, sin que el Gobierno, hasta ahora, se lo haya impedido.

Y eso que el Ministerio de Sanidad tiene la posibilidad de vetar los incrementos de los precios en los medicamentos antes financiados y ahora incluidos en la categoría de «precio notificado», en referencia al deber de los laboratorios de comunicar al Ejecutivo cualquier cambio en el importe.

Fuentes ministeriales aseguran que en el futuro se estudiarán las peticiones de las farmacéuticas «caso por caso», pero las declaraciones de la ministra en contra de las subidas «desproporcionadas» parecen indicar un cambio de tendencia y un deseo de frenar la escalada, aunque todo dependerá de quién ocupe la Moncloa tras las elecciones.

A la decisión sobre el Fortasec se añade la intención de Sanidad de revisar la política sancionadora en caso de que los laboratorios provoquen «graves» casos de desabastecimiento de medicamentos. En 2017 se incrementaron un 44% los fallos de suministro, en la mayoría por problemas en la producción o incrementos no previstos en las ventas. Esto ha provocado que de las más de 31.000 presentaciones, 488 no puedan encontrarse en la farmacia, lo que no implica que alguna enfermedad «no pueda ser tratada», según la ministra, porque existen muchas alternativas terapéuticas.