Los disturbios ligados a las protestas por la subida de la gasolina en México ya han dejado al menos seis muertos y más de 1.500 detenidos, mientras el presidente Enrique Peña Nieto apeló ayer a la «comprensión ciudadana» para la decisión de «optar por el mal menor». Hasta ahora la mayor protesta se ha registrado en Monterrey, capital del norteño estado de Nuevo León, donde los disturbios y saqueos a comercios registrados el jueves por la noche y la madrugada del viernes dejaron 182 detenidos, 15 lesionados y 27 comercios saqueados.

«El aumento de la gasolina ha impactado y provocado un gran descontento», afirmó el gobernador Jaime Rodríguez Calderón en una comparecencia pública para presentar un balance de los motines derivados de las protestas. No obstante, aseguró que no permitirá más vandalismo ni más saqueos a comercios. «Y todos aquellos que participaron en los saqueos van a ser perseguidos», enfatizó.

La tarde del jueves fueron convocadas al menos seis marchas en la zona metropolitana de Monterrey para protestar contra el aumento de precios de entre 14% y 20% a la gasolina y el diésel decretado por el Gobierno federal y que entró en vigor el 1 de enero.

El presidente Peña Nieto reiteró ayer que el aumento al precio de las gasolinas fue «una decisión difícil, impopular, pero necesaria».