No habían pasado ni 24 horas desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó del peligro de expansión exponencial del ébola cuando un nuevo país, Senegal, pasó ayer a engrosar la lista negra de afectados, que ya suma cinco Estados. La ministra de Salud del país centroafricano informó de que el enfermo es un estudiante de 21 años de Guinea que tuvo contacto con varios infectados en ese país y que pasó a Senegal antes de cerrar la frontera.

El estudiante llevaba varios días viajando por Senegal hasta que, al percatarse de que sufría síntomas del ébola, acudió al hospital de Fann, en Dakar, donde las pruebas dieron resultado positivo. El paciente quedó hospitalizado en la sala de cuarentena, en situación estable, informó la ministra, que hizo un llamamiento a la calma, aunque el hecho de que el joven llevara varios días desplazándose por el país no contribuye a apaciguar los ánimos .

RECONSTRUIR EL VIAJE Al parecer, el joven ya había sido controlado por las autoridades sanitarias de su país de origen, pero eludió la vigilancia y desde hacía tres semanas no se sabía nada de él. El Ministerio de Salud de Senegal aseguró que ha puesto en marcha una investigación para "reconstruir el itinerario seguido por el joven desde que entró en el país, y examinar a todas las personas con las que ha entrado en contacto".

La extensión del ébola en Nigeria ocurrió de un modo similar. El virus lo introdujo el pasado mes de julio un pasajero procedente de Liberia, otro de los países afectados. Unas semanas después ya contabiliza seis muertos por la epidemia.

Senegal decidió cerrar las fronteras con Guinea el pasado 21 de agosto para evitar la propagación del virus, después de que el joven enfermo la cruzara. No es la primera vez que cortaba el paso con el país vecino. Ya lo había hecho el 29 de marzo y el 6 de mayo pasados, pero luego reabrió los puestos fronterizos.