Las siestas de más de una hora se asocian a una mayor morbilidad y mortalidad en comparación con la ausencia de ellas, aunque las cortas, de menos de 30 minutos, tienen beneficios sobre la salud, según el estudio Prevención con Dieta MEDiterránea (Predimed).

Se trata de un nuevo ensayo clínico, a cargo de la Unidad de Nutrición de la Universitat Rovira i Virgili, para la prevención de la enfermedad cardiovascular basado en un programa intensivo de cambio de estilo de vida para perder peso.

En este caso, los investigadores, evaluaron la relación entre la siesta diurna y el riesgo de padecer diabetes tipo 2 junto a diferentes medidas de adiposidad sobre 2.190 participantes de avanzada edad con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico.

SE MIDIERON LOS EFECTOS DURANTE 7 DÍAS

Las siestas de los participantes las evaluaron con acelerómetros (un aparato que detecta la actividad física o sedentaria realizados a lo largo del día) durante siete días.

Los investigadores observaron que las siestas de más de una hora de duración se asociaron con una mayor prevalencia de diabetes tipo 2 y de peores valores de adiposidad, más peso y mayor perímetro de la cadera.

En comparación a no hacer siesta, un aumento de 10 minutos de siesta (a partir de una hora) durante el día se asoció con una mayor prevalencia de diabetes tipo 2 y un mayor índice de masa corporal y circunferencia de la cintura.

Además, en comparación con la siesta de menos de media hora, la siesta unos 90 minutos por día se asoció con una mayor prevalencia de diabetes tipo 2, mientras que la siesta de al menos 30 minutos por día se asoció positivamente con las medidas de adiposidad.