La unión hace la fuerza y la solidariad de la gente, también. En Australia, un viajero quedó atrapado, al salir del vagón de un tren, en el hueco entre la máquina y el andén. La pierna izquierda se le quedó pinzada totalmente, poniendo en riesgo la circulación de la sangre y su vida.

Era hora punta en Stirling, a 9 kilómetros al noroeste de Perth, en la parte occidental del país. Rápidamente, otros viajeros y personal de la estación se percataron de lo ocurrido y pensaron en una solución de urgencia para liberar al pobre hombre. Primero se pidió a todos los viajeros que se pusieran al lado contrario del vagón para ver si hacían contrapeso. Como esta estrategia no funcionó, probaron a empujar desde fuera.

Levantaron 50 centímetros el vagón

Una, dos y tres. Y así varias veces. Hasta que, al final, el vagón, de 10.000 toneladas, se inclinó (50 centímetros) y el viajero atrapado pudo salir.

Increíblemente, no se hizo nada.