Un estudio del Observatorio de Emancipación, del Consejo de la Juventud de España, alerta de que en el 2018 se cierra como el año con menor proporción de jóvenes emancipados de la última década: solo 19 de cada 100 personas entre los 16 y los 29 años estaba residiendo fuera del hogar de origen el año pasado.

Se trata de una tendencia que se registra por igual en toda España. Es decir, en todas las comunidades autónomas ha bajado el porcentaje de emancipación, aunque no todas están al mismo nivel. El consejo destaca que cinco de ellas -Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y País Vasco- no llega al 17%, mientras que Galicia y Asturias están alrededor del 20%.

«No es que en el 2018 se haya producido un desplome repentino de la autonomía residencial de la población joven de España, sino que culmina un proceso que arrancó en el 2009 y que, de una manera más o menos ininterrumpida, ha ido prolongándose hasta el día de hoy», apunta el informe del Observatorio.

De hecho, el texto explica que sí había un aumento de la emancipación entre los años 2001 y 2008 que, un año más tarde comenzaron a remitir hasta alcanzar, ahora, «cotas semejantes» a las que se contabilizaron «en los 90».

El aspecto laboral y la baja retribución salarial han logrado romper, además, la tendencia ascendente del alquiler. Aún así, sigue siendo el destino de la mayoría de emancipados (un 59,2%). No hay cifras sobre aquellos que comparten el alquiler con más personas o lo hacen en solitario. Sin embargo, el Consejo deja claro en su estudio lo que supondría para un menor de 30 años irse de alquiler solo: cruzando el precio medio al alquiler en España (862 euros) y el salario medio de este colectivo (900 euros), una persona joven necesitaría el 90% de su sueldo para poder alquilar.