Desde hace 30 años, cuando la tripulación del Apollo 17 se hizo con las primeras piedras de la Luna, ninguna misión espacial había tenido por objeto hacerse con muestras de materia espacial. Anoche la sonda Stardust , fletada por la Agencia Espacial Estadounidense (NASA), tenía previsto reanudar la recolecta geológica de 1972 y obtener muestras del cometa Wild 2 , en órbita alrededor del Sol, que arrojen luz sobre el enigma de la constitución del universo.

"Esta será la primera vez que se obtengan partículas de un cometa y se trasladen a la Tierra para su estudio", subrayó horas antes Don Brownlee, el responsable científico de la misión, desde la Universidad de Washington. Las muestras serán extraordinariamente minúsculas y sólo podrán analizarse con un instrumental muy sofisticado, añadió Brownlee.

La captura de fragmentos del Wild 2 , una bola de hielo y piedra de más de cinco kilómetros de largo, ha de contribuir a explicar cómo se forma el sistema solar, el nacimiento de los planetas o la clase de material del que están hechos. Eso no será posible hasta enero del 2006, cuando, si todo marcha según lo previsto, la cápsula del Stardust aterrice en una base militar norteamericana en el estado de Utah.

La primera parte de la misión concluyó anoche, aparentemente con éxito. La sonda Stardust , lanzada al espacio en 1999, tenía que cruzarse con el cometa Wild 2 minutos antes de las nueve de la noche, hora española, a unos 300 kilómetros de distancia, una magnitud suficiente para poder recoger centenares de partículas.

El contacto del Stardust con el cometa se registra la víspera de que un robot de la NASA, el Mars Rover Spirit , se pose en la superficie de Marte para buscar rastros de vida. La misión viene precedida por el fracaso sufrido por la Agencia Espacial Europea (ESA) con el Beagle 2 , del que no se tiene noticia desde que llegó a Marte, el día de Navidad.