La sonda Philae ya hiberna sobre la superficie del asteroide 67P/Churyumov-Gerasimenko por falta de batería, sin que se sepa si podrá volver a despertar ni cuándo. El robot se encuentra a la espera de mejores días para recargarse con luz solar con su segundo sistema de suministro de energía, pero antes de dormirse la madrugada del sábado pudo transmitir los datos científicos recopilados desde su histórico aterrizaje, el miércoles, en el cometa.

El contacto se perdió a las 0.36 horas, poco antes de la pérdida de comunicación que ya estaba prevista, porque la sonda Rosetta, desde la que fue lanzada Philae, orbita ahora fuera de su alcance. "Es como un teléfono móvil cuya batería es baja: ya no funciona, pero no está muerto", declaró Jean-Pierre Bibring, científico jefe del tren de aterrizaje en una entrevista telefónica desde el centro de control de Philae en Colonia (Alemania). "Lo importante es que podemos sobrevivir hasta tiempos mejores. Tenemos ganas de seguir explorando", manifestó.

"Recibimos los datos. Fue exactamente como estaba previsto", destacó Bibring. Philae activó, cuando apenas le quedaba batería, el dispositivo de taladro para perforar 22 centímetros en el suelo del cometa y tomar muestras para analizarlas in situ. "La nave Rosetta completó su primera misión científica después de 57 horas en el cometa", difundió ayer la Agencia Espacial Europea (ESA) a través de un comunicado. La agencia realizó la noche del sábado una maniobra de "elevación y giro" de su tren de aterrizaje para conseguir que pueda acceder mejor a los rayos solares y alimentar así sus exhaustas baterías.

Los primeros resultados científicos podrían publicarse en las próximas semanas. "Es un gran éxito. Todo el equipo está encantado", dijo Stephan Ulamec, jefe del módulo de aterrizaje en la agencia espacial alemana. Ahora, los ingenieros y los científicos esperan que, cuando el cometa se acerque al Sol, la batería puede recargarse lo suficiente para activarse.

"Al haber podido hacer la rotación, la sonda tiene grandes posibilidades de funcionar de nuevo dentro de unos meses, cuando nos acerquemos al Sol", explicó Lawrence OIRourke, ingeniero de sistemas de la ESA. Los cometas son los objetos más primitivos del Sistema Solar. Las moléculas orgánicas extraídas del suelo pueden haber jugado un papel en la aparición de la vida en la Tierra. Tras un viaje de 511 millones de kilómetros desde la Tierra el módulo se posó hace tres días en el asteroide, aunque no aterrizó donde estaba previsto, sino en una zona oscura y rocosa que no le permitió cargar las baterías. De momento ya ha conquistado al público: Rosetta tiene 264.000 seguidores en Twitter y su sonda, Philae, otros 350.000.