El Spirit se convirtió anoche en un robot autónomo listo para empezar a explorar Marte. Según las previsiones, la NASA tenía previsto cortar el último vínculo --un cable-- que mantenía unidos el todoterreno y la plataforma de aterrizaje con la que se posó en el planeta. ¿Y quién iba a desenchufarlo? Pues la detonación de un pequeño explosivo accionado desde el centro de control en Pasadena. El robot debía empezar luego un pequeño giro a la derecha, de unos 115 grados, que le permitirá bajar de la plataforma y hollar el suelo con sus seis ruedas, aunque la maniobra definitiva de descenso deberá esperar una jornada más.

Si todo va bien será la próxima madrugada. La primera dirección escogida es noroeste, hacia un pequeño cráter bautizado como Sleepy Hollow, que se encuentra a unos 15-20 metros y que es previsiblemente el resultado del impacto de un objeto caído sobre Marte.